Sobre La Maddalena

El archipiélago de La Maddalena (una vez también llamado "Islas Intermedias"), consiste en un grupo de 7 islas principales (La Maddalena, Caprera, Santo Stefano, Budelli, Santa Maria, Razzoli y Spargi) y 15 más pequeñas, así como una infinidad de islotes y rocas.

Se encuentra al noreste de Cerdeña y sureste de Córcega, en el llamado "Bocche di Bonifacio", frente a la costa de Gallura, y tiene una superficie total de poco más de 51 km2 y un perímetro costero total de más de 180 km. La población residente es de poco más de 10.000.

La Maddalena, la isla más grande, es la única que alberga núcleos habitados en su territorio; Caprera, conectada a La Maddalena con un "puente-presa", tiene solo algunas estructuras de museos y un pequeño pueblo de pescadores. Caprera es conocida por haber sido la casa elegida por Giuseppe Garibaldi en su última etapa de vida, además de ser la sede del CVC (Centro Velico Caprera), una de las escuelas de vela más famosas e importantes de Europa.

El archipiélago es un destino popular para navegantes y amantes del mar, debido a la belleza natural y las prístinas aguas color esmeralda que lo rodean; está incluido en el Parque Nacional Archipiélago de La Maddalena desde 1994, por lo que es necesario obtener autorizaciones específicas emitidas por su entidad gestora para el ejercicio de actividades de navegación de recreo, pesca deportiva, buceo y actividades económicas en el mar.

  • La Maddalena y Caprera

    La Maddalena está hoy, con su pueblo histórico, incluida en la lista de "Los pueblos más bellos de Italia"; su naturaleza incontaminada y un panorama caracterizado por la sucesión continua de atisbos de mar y tierra, puntuados por las velas, encanta a los amantes de los paisajes naturalistas con escenarios de extraordinaria belleza, únicos en el mundo.

    Un camino panorámico recorre todo el perímetro de la isla principal y ofrece impresionantes vistas, bordeado por rocas de granito y pórfido que rodean innumerables ensenadas, calas y playas. Un puente transitable conecta la isla principal con Caprera, caracterizada por una rica vegetación y un rico pinar donde no es difícil cruzarse con grupos de cabras salvajes (inofensivas, a pesar de los bellos cuernos de los ejemplares macho).

    El territorio de las islas principales cuenta la historia de un sitio de gran importancia militar, y cuenta con fortalezas e instalaciones de gran interés. Su posición estratégica en el Mediterráneo afectó su suerte: en 1793 el ejército francés dirigido por un joven oficial corso, Napoleón Bonaparte, intentó invadirlo, detenido por la flota comandada por Domenico Millelire de La Maddalena (primera medalla de oro al valor militar de la Marina Real de Cerdeña, luego italiana). La isla también atrajo, entre otros, la atención del almirante Nelson, quien se detuvo allí, con su flota, entre 1803 y 1805, cuando zarpó rumbo a su última y victoriosa batalla de Trafalgar.

    La Maddalena fue una base militar durante mucho tiempo, como lo demuestra el museo naval Nino Lamboglia.

    En cambio, el nombre de Caprera está indisolublemente ligado al de Giuseppe Garibaldi, que pasó allí sus últimos años y que está enterrado allí, bajo una sencilla pero conmovedora lápida de granito. el museo en la fortaleza de Arbuticci relata sus hechos heroicos, mientras que una visita a su casa ofrece vislumbres más íntimos de su historia privada.

  • Las actividades

    La Maddalena tiene muchas caras: desde la que sonríe a los amantes del "mar más bonito de todo el Mediterráneo" (citando al célebre explorador y oceanógrafo francés Jacques Cousteau), hasta la dedicada a los amantes del deporte, ya sea relacionado con el mar. actividades como la vela, el snorkel, el submarinismo y el esquí náutico, pero también el senderismo en la naturaleza (los caminos que serpentean entre las rocas de Caprera, por ejemplo, se encuentran entre los más evocadores de Italia), las excursiones a caballo y el footing o la bicicleta paseos en el bosque de pinos.

    La isla principal también ofrece una animada vida social, y las noches en “Piazza Comando” cobran vida con los jóvenes gracias a la música de los conciertos y DJ sets, mientras que las decenas de pequeños bares y tabernas en el centro histórico y cerca de Cala Gavetta ofrecen más Espectáculos íntimos en vivo y conciertos.

    Restaurantes y bares a lo largo de la costa ofrecen aperitivos en las rocas frente al atardecer, con música lounge de fondo.

    Para los amantes del cine hay una rica programación de películas en el fresco parque municipal, pero la cita imperdible es el festival de cine "La maleta del actor", inspirado en la figura de Gian Maria Volontè, que se celebra anualmente entre julio y Agosto en el hermoso paisaje de la fortaleza de Colmi. durante una semana la isla se llena de célebres actores, directores, guionistas y críticos, que se alternan en los roles de invitados de las veladas y conductores del taller de actuación que se realiza cada año en la isla.

    Por último, pero no menos importante, el archipiélago ofrece museos históricos y naturalistas para los amantes de la cultura y la naturaleza.

  • Playas

    Es difícil, si no imposible, describir en unas pocas líneas la extraordinaria belleza de las playas del archipiélago. También porque son numerosos. ¡Piensa que puedes quedarte en La Maddalena durante un mes, ir a la playa dos veces al día y nunca ir dos veces al mismo lugar!

    Sin embargo, lo que puede y debe mencionarse es la claridad de las aguas, debido principalmente a las corrientes marinas que atraviesan continuamente las Bocche di Bonifacio, el tramo de mar entre Córcega y Cerdeña, en medio del cual se encuentra el archipiélago.

    Las islas de este archipiélago son todas de naturaleza granítica, por lo que las playas están formadas por arena blanca muy fina. Incluso hay una, en la isla de Budelli, de color rosado (la famosísima Playa Rosa), ahora cerrada al paso de los turistas, pero que todavía se puede visitar desde dentro de la isla, acompañado de un guía del parque.

    No se puede dejar de mencionar, pues, los singulares colores que ofrecen las impresionantes vistas desde las playas o desde la carretera panorámica y que se exaltan tras una "Ponentata", evento meteorológico que se caracteriza por unos días de viento procedente del Oeste, el Ponente, precisamente, el viento dominante en estas islas, seco y limpio, a veces muy fuerte, pero siempre presagio de buen tiempo y de colores especialmente intensos del mar y el verde del interior.